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Literatura solidaria

Silvia Delgado Fuentes - España

Silvia Delgado Fuentes - España

Las mujeres saudíes no pueden votar, ni viajar sin autorización del marido o tutor masculino. No pueden conducir vehículos ni trabajar en la mayoría de las dependencias del estado y aunque obtengan empleo en el sector privado, lo usual es que se las ubique en un espacio público separado del destinado a los hombres.

Padre,
déjeme ir a la escuela
con el pelo corto
o velo y libro santo.
Padre,
guardaré silencio,
esconderé mis pechos,
ignoraré mis deseos.
Padre,
déjeme ir a la escuela,
no me exilie en el bordado,
ni en el fogón,
ni en el cuarto de partos.
Padre, deje, entre mis manos,
algo más que hilo,
harina,
déjeme libros,
palabras,
canciones,
silabarios.
Padre, deje que vaya a la escuela
a escuchar batallas,
a trabajar las letras,
a dibujar sumas y restas,
a leer historias de amores y de guerras.
Padre, deje que vaya a la escuela
para aprender lo mismo
que mis hermanos hombres.

Silvia Delgado Fuentes nació en un pueblo de la rioja alavesa, desde entonces hasta ahora, es nómada de pieles y geografías. No está prohibido llorar con los supervivientes es su primer libro publicado. Difunde sus versos en montajes que realiza alternando texto, música e imágenes.

© de la autora

Sylvia Riestra - Uruguay

Sylvia Riestra - Uruguay

hay tantos presos en mi país

hay tantos presos en mi país
en mi primera persona del plural
que ya no se puede
dónde estarse a salvo
las madres no aciertan con sus vientres
y regurgitan el corazón
cuando oyen un motor diesel
lento
cerca
la memoria está preñada
-seccionado el nervio-
águilas oxidadas sobrevuelan el aire
se cierran las puertas
y las ventanas en voz baja
- nadie pregunta los nombres-
en las noches
se encienden tubos de neón
y se huele
y se oye

© de la autora